ME DUELE LA CABEZA

Sabemos que el dolor de cabeza es universal, a veces recurrente y en muchas ocasiones, confuso.
Cuando nuestros receptores del dolor nos gritan que algo va mal, nos están advirtiendo de algo más allá que lo puramente cerebral. Porque no, el cerebro no duele.
Quien sufre es su envoltura, los nervios, los vasos sanguíneos y sobretodo, el tejido muscular de las estructuras de la cabeza y el cuello.

Estamos acostumbrados a chutarnos Ibuprofeno, Naproxeno o Aspirina cuando se empiezan a manifestar esos síntomas tan molestos: nauseas, sensibilidad a la luz, dolor al masticar, debilidad en las extremidades, alteraciones sensitivas, dificultades para concentrarte y mantener la atención...

Sí, hay mucha sintomatología. Porque también hay muchos tipos de cefalea. ¡Te las explicamos un poquito!

Las tensionales

¡Y las más frecuentes! Directamente relacionadas con lesiones óseas o musculares de la zona del cuello. Suelen aparecer en momentos de mayor estrés y manifestarse como una presión ininterrumpida.

(Por cierto, ¿te suena el bruxismo?)

Es importante en estos casos examinar estructuras como las cervicales o la articulación temporomandibular antes de optar por el uso continuado de la analgesia química.

La revisión de hábitos posturales, orofaciales y de estilo de vida es también un paso imprescindible ante su abordaje.

La migraña

Más repetitiva, intensa e invalidante. Generalmente se inicia de manera hemicraneal y después se extiende hacia el resto de la cabeza. A veces es pulsátil y se acompaña de vómitos y alteraciones sensitivas (fotofobia, fonofobia, osmofobia). Muchos pueden ser sus desencadenantes:

  • Falta de sueño
  • Menstruación
  • Hormonas
  • Estrés, ansiedad
  • Cambio de clima
  • Ingesta de algunos alimentos
  • Ayuno

(Existen muchos tipos de migraña, de los que hablaremos más profundamente en otro post)

Las trigémino-autonómicas

Cuando el dolor se localiza en un sólo lado y se corresponde con el territorio inervado por el nervio trigémino, significa que éste, está siendo activado de manera patológica por algún motivo. Es por eso que junto a la cefalea, aparecen síntomas autonómicos craneales como el lagrimeo, la sudoración facial, la rinorrea y la sensación de congestión. Duran poco tiempo, pero son muy intensas.

(Un mundo aparte y que trataremos en otro momento, son las cefaleas que se producen por Neuralgia del Trigémino)

Las asociadas a la actividad sexual o al ejercicio físico

Obviamente y para confirmar la relación, se requiere una prueba de imagen para confirmarlo. En el caso de las cefaleas en el sexo, pueden darse tanto antes como después del orgasmo, produciendo dolor a ambos lados de la cabeza y cesando después de unos minutos. En el caso del ejercicio físico, ¡no cualquiera sirve de excusa! Sobretodo y tras la práctica de un ejercicio intenso, realizado a temperaturas altas y a una altitud elevada, puede ser normal tener sensaciones pulsátiles y dolorosas.

Las hípnicas

Son las que te despiertan mientras duermes por el dolor que te producen.

Las tusígenas

Duran muy poco. Pero sí. Estornudar, toser, realizar la maniobra de Valsalva, mover peso o hacer caca con esfuerzo. En ese momento nuestro cuerpo experimenta un aumento de presión intracraneal que de manera secundaria, afecta a nuestros receptores del dolor en la cabeza.

Las del frío

Cuando nos comemos un helado, bebemos un vaso de agua de la nevera o estamos viendo nevar en Finlandia, en nuestro cuerpo se desencadena un crioestímulo que actúa punzante y muy localizadamente.

Como podéis comprobar, las causas y fisiopatología del dolor de cabeza son tan extensas que resultan prácticamente irresumibles.

Por ese motivo es importantísimo hacer una anamnesis extremadamente completa y un buen examen clínico que nos de las pistas necesarias para identificar los desencadenantes y tratar adecuadamente las crisis de dolor.

Preparar al cuerpo modificando hábitos y normalizando estructuras músculo-esqueléticas garantizan al paciente que las sufre, una disminución tanto en intensidad como en frecuencia de los episodios.

Recordemos que el dolor de cabeza se constituye como la enfermedad neurológica más prevalente en España.

En LA NAVE somos expertas en revisar incansablemente cada hábito, cada estructura y en encontrar soluciones para resolver tu dolor.

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